viernes, 8 de febrero de 2008

“El color es democrático”

Henry Ford -fundador de la compañía Ford Motor Company- decía: “la gente puede tener su modelo T en cualquier color. Siempre que ese color sea negro”.
En las antípodas de ese pensamiento está Dante “Lalo” Barbagalli: “A veces lo uso como base para resaltar los tonos, pero no me gusta el negro. El negro es ausencia total de luz, de color. Por algo le propuse a ‘Leche’ el uso de color”.
Dante es director-gerente y está a cargo de la administración de las pinturerías Colorama, empresa con cuatro locales en Roca, dos en Regina y que también tiene presencia en Neuquén y Las Grutas.

Salvo por el verde del valle, vivimos en una región ocre, ¿eso influye en la elección de los clientes?
Puede ser que influya, pero tiene más que ver con el miedo a usar el color. Se usa sólo por gusto personal, en lugar de verlo como parte integradora de la arquitectura de la propiedad. La pintura tendría que conformar un concepto integrador con la arquitectura de la casa, por sencilla que ésta sea.
En otros casos esto tiene que ver con una restricción económica. En la etapa de decoración al final de la obra, no dan los números y se restringe por ese lado.

¿Todo termina siendo más conservador, más clásico?
Sí, totalmente. No se ve la pintura como decorativa, sino como un paso menor que hay que cumplir. Nosotros tratamos de que se use el color, que la pintura cumpla un rol decorativo y como protección de la propiedad.

El escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe decía que “los franceses, al ser un pueblo de carácter vivo, prefieren los colores exaltados. Los ingleses y los alemanes, propenden al color pajizo y de cuero combinados con el azul. Los italianos y los españoles, llevan el color rojo”, ¿qué crees que pasa con los argentinos?
Somos una mezcla, dependerá del entorno. Por ejemplo, usarás colores vibrantes si vivís La Boca, porque te lo marca el contexto. Acá hay una inclinación por los pasteles, los ocres.
Nosotros tenemos una experiencia gratificante en Las Grutas. Debe ser porque la gente está en un ámbito en el que se puede desinhibir totalmente, entonces ahí la presencia del color no es un elemento decorativo es un reflejo del estado de ánimo de la gente. En la costa la gente se permite usar tonos que acá no usaría.

¿En la cordillera debe ser más difícil por el uso de madera?
Claro, en la cordillera pasa por mimetizarse con la naturaleza, en la playa quieren que se vea. En la Argentina en general todavía no está hecho el cambio para que el color tenga mayor presencia, no sé qué decirte si me preguntás qué color tiene la Argentina.

¿Qué crees que dice el color acerca de la gente?
Esta estudiado que el color representa el estado de ánimo de las personas. Nosotros tenemos una línea de productos donde la elección se hace en base a un test psicológico a partir de asociaciones de diferentes sentidos y figuras, de ahí se hace una selección de tonos. En general, los adolescentes eligen colores heavies (fuertes, vibrantes, llamativos) y una persona adulta algo más tranquilo, tradicional, tonos pasteles. Pero dentro de esa gama lo importante es que haya una combinación perfecta en la paleta de colores, sean heavies o pasteles.
Igual, hoy en día, la elección de colores está más definida por el miedo al color que por un estado de ánimo.

En ese test, el resultado final, además de estar marcado por la franja etaria, ¿cambia de acuerdo al sexo?
No, depende de la edad, de la cultura y de la etapa personal de la vida que esté transcurriendo la persona que elige. En general, son mucho más las mujeres las que con muy buen gusto eligen los colores que quieren, tienen más paciencia.

Hace 25 años que trabajás en Coloroma, ¿cuáles fueron los principales cambios que viste?
En la última década hubo muchos cambios. Primero, pese a las crisis y a lo que cuesta desarrollar el concepto, hay más gente que integra la pintura a la vida cotidiana como un elemento importante. Otro cambio es el tecnológico, que te permite la combinación de bases para crear infinitos colores, no hay límite.

¿Cómo de definen los colores de temporada?
Forman parte de la elección en diferentes congresos y se presentan en eventos como Casa FOA. En la última década se ha estado usando mucho el metal en sus diferentes tonos.

¿Un daltónico es un enemigo del color?
(Risas) No, además los podemos ayudar. Con educación y práctica se puede lograr que sepan diferenciar los colores.

¿Hay pedidos que te hayan sorprendido?
Sí, por ejemplo, las petroleras piden integración de colores con el resto de la naturaleza, quieren mimetizarse para pasar desapercibidos. Otro es el uso en la zona del amarillo como atracción para la mosca de los frutos.

¿Pero nadie te pidió que le encuentres el color de los ojos de la abuela para pintar su casa?
(Risas) No, todavía no, pero eso llegará con la próxima generación.

¿Qué pasa si no encontramos un color que nos gustaba?
Si vos tenés un color, perdiste la fórmula y no lo podemos identificar en la paleta, hacemos una lectura con el espectrofotómetro. Es un aparato que toma una onda de luz que rebota en el color y se mide en un eje cartesiano y en la computadora. Dentro de millones de fórmulas que hay, te busca la más aproximada con un 98 por ciento de exactitud.

¿Hay colores de mal gusto?
No hay colores de mal gusto, combinaciones, sí.

Desde el principio de los tiempos el hombre ha buscado expresarse y lo ha hecho en colores, ¿queda algo por descubrir?
Queda en la moda, en los vehículos el uso de colores más extravagantes. En pintura de auto tenés perlas de triple efecto. De acuerdo a la posición en la que te pongas respecto al vehículo es la tonalidad en la que lo vas a ver. Se usa sólo para vehículos de colección y no de serie porque el litro sale mil dólares.
Otra de las tendencias es el uso de colores que mimetizan o, por seguridad, de colores que tienen un reflejo de haz de luz, que alertan sobre un peligro de aproximación. Se están desarrollando esos sensores para los vehículos. Además, se va a acentuar en la arquitectura del uso de colores con retracción o atracción de la luz de acuerdo a las necesidades.

¿El color indica pertenencia de clase?
Para mí, no. No importa la clase social, podemos elegir el que se nos antoje. El color es democrático.

Entrevista publicada en el número especial de Leche (Diciembre 2007)

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