viernes, 8 de febrero de 2008

"Transporte sin control, usuarios indefensos"

La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) presentó un informe diagnóstico sobre el estado de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) en el que se describen falencias institucionales, deficiencias del sistema de fiscalización y control, fallas del organismo en su relación con la comunidad y debilidades económicas y financieras.

No es muy difícil imaginárselo, pero contame ¿cómo surgió viajecomoelorto.blogspot.com?
Viajé como el Orto, surge tras varias faltas de respeto, por parte de TBA (trenes de Buenos Aires). Usaba el tren Retiro Tigre para ir al laburo. "Usaba" porque no cumplen con las frecuencias y es azar puro que pase o no pase el tren.
Tras varias denuncias a la CNRT (Comision Nacional de Regulacion del Transporte), al no tener respuestas claras, decidí involucrarme en esto, no sólo quejarme, sino actuar.
Ahora no uso más a TBA, sino Subte, Línea D.

Además de descargar la ira acumulada, el blog va más allá de la catarsis.
Sí, no quiero que muera en la catarsis. Hice un informe sobre inseguridad en los subtes. Una de las cosas que denuncio en el informe es la falta de mangueras hidrantes, tras varios días las pusieron, y llenaron algunos de los matafuegos vacíos.
Ahora veo más movimiento en las estaciones, están" trabajando" o "haciendo". Lavan la cara superficial.

¿Cuál ha sido la respuesta a la iniciativa?
Mucha gente, se ha involucrado. Hay que despertar, no hay que quejarse sin hacer. De esa manera le damos ventaja a las empresas para no hacer nada.

¿De qué manera difundís el blog?
De muchas, es un trabajo que me lleva y llevó mucho tiempo. Internet es bueno para difundir rápido un mensaje, es importante generar redes entre otros blogs.

¿Cómo surgió la idea de crear BUC (Blog de Usuarios y Consumidores)?
Surgió por Daniela (Hacker) de Noticias de Consumo. La idea es poder potenciar mensajes. Unir usuarios y consumidores para lograr un mismo fin: respeto por parte de las empresas y también dar información a la gente, para que exija ese respeto.

- Además de la exposición de los problemas que tienen los usuarios, ¿son trasladados a los organismos oficiales que entienden en el tema o a las empresas cuestionadas?
Mirá este tema es medio complicado. Como te dije antes, he hecho MUCHAS denuncias. Nulas en su totalidad. Llame a Metrovias para decir que faltaban mangueras, que no había ascensores, los discapacitados están fuera del sistema de transportes.
La CNRT actúa con complicidad y los únicos perjudicados somos nosotros, los usuarios.
Hay cosas graves que se pasan por alto, en torno a la seguridad de los usuarios. Es todo una cuestión de plata.
Los organismos y las empresas tienen ese conocimiento, ya SABEN que las cosas están muy mal.

¿Cambió algo desde que están llevando adelante proyectos como Noticias de Consumo, Como vacas, Viajé como el orto y ahora BUC?
Creo que sí. Despertar a la gente, decir que no queremos más estos atropellos, hace que por lo menos las empresas sepan que están siendo miradas. Eso genera presión. No tienen tanta libertad para seguir haciendo lo que quieren.

Entrevista posteada en el blog Educando a Carlitos.

Hay fiesta en el hormiguero

Árbol tiene raíces fuertes, raíces que se expanden para seguir creciendo, raíces que se nutren, sin prejuicios, del rock, el rap, el hardcore, la chacarera, el pop, el funk y el reggae.
Un Árbol plantado en Haedo, pero con un follaje que no para de extenderse.
Un Árbol que está vivo –editaron “Hormigas” en octubre- y que, en una fotosíntesis musical, absorbe la luz de su público para transformarla en energía rock.
Sobre eso y algo más, Pablo Romero -percusión, guitarra y voz de la banda- habló con Leche.

¿Qué quedó de las raíces de Árbol cuando se formaron en el ‘94?
Las ganas de jugar con la música -con respeto, pero sin solemnidad-, la energía arriba del escenario, la actitud de igualdad y complicidad con el público.

En la página web se los ve salir de una especie de depósito bajo la tierra (en este caso, bajo césped), ¿hacia dónde emerge Árbol?
La idea del arte de tapa -al menos para mí, ya que la idea fue que cada uno interpretara lo que se le ocurriera- es marcar que hay dos órdenes en la vida. Estos pueden ser lo lúdico y lo serio, lo triste y lo alegre, pero sobre todo lo grupal y lo individual. El concepto de “Hormigas” es justamente realzar lo grupal. Y que lo individual cobre más importancia a través de lo grupal.

En el tema “No me ofendas” cantás: “Cocinero, no: cheff; colectivero, no: chofer; payaso, no: clown; peluquero, no: coiffeur; portero, no: encargado; basurero, no: recolector; cura, no: sacerdote; extra, no: actor. No me ofendas, que no es lo mismo no rebajes tanto mi trabajo”. ¿Ustedes qué son, músicos o rockeros?
Bueno, creo que el rockero es una especie de músico con ciertas características. Me parece que nosotros tenemos muchas de ellas. Por ejemplo, no dar nada por sentado y decir las cosas al revés si es necesario o mejor. Tratar de no caer en cosas conocidas. Tener un respeto y una relación especial con su público… y bueno, no menos importante: ¡hacer música con mucha energía!

¿Los afecta de alguna manera la avanzada -que se registra desde hace unos años -de las marcas sobre la escena rock (obras=estadio Pepsi Music, Quilmes Rock, festivales auspiciados por empresas de telefonía celular)?
Por suerte esas cosas no influyen en nuestra forma de hacer música o expresarnos. Nunca tuvimos que cambiar canciones o la forma de hacer un show por estar tocando en un festival sponsoreado. Mientras la gente pueda apreciar con libertad y sin interferencias lo que el artista quiere mostrar, no veo ningún problema… al menos específicamente con lo que nosotros hacemos, que es tocar música.

En un par de canciones de “Hormigas” preguntan “¿quién te va a escuchar?”, ¿ustedes se hacen esa pregunta?
Bueno, por lo general siempre pensamos en la gente que nos escucha, sobre todo a la hora de armar cada show. Los cambios que hubo a lo largo de los años tal vez tengan que ver con el cambio de escala de nuestros shows. Al tocar en lugares más grandes cambia un poco la forma de armar la historia.
Pero tratamos de que eso no influencie nuestra composición. Tratamos de hablar de temas universales, pero desde nuestra óptica, y generalmente con cosas que nos pasan a nosotros que intuimos que pueden resonar en los demás.

Con un sonido claro, tal vez simple (sin que eso signifique pobre), casi naif en algún punto, meten algunas letras densas.
Una forma tal vez más original y con más fuerza de decir algunas cosas puede ser esa. La de crear un clima y que de repente la letra te lleve a otro lugar, un lugar que no esperás.

Entre los invitados de “Hormigas” están Fernando Ruiz Díaz (Catupecu Machu) y Los Tipitos. Árbol es una de esas bandas que da justo para un festival, es fácil imaginar a estos chicos de Haedo sumando amigos para grabar.
“Por suerte, nos hicimos de muchos buenos amigos a lo largo de la ruta. Dentro de las bandas de rock, muchos músicos tienen arriba y abajo del escenario la misma energía y forma de ser”, asegura Pablo Romero.

¿Siguen levantando la bandera de la República Separatista de Haedo?
Bueno, lo de la bandera de Haedo fue una forma simbólica de graficar la importancia que le damos al barrio. Pero a todos los barrios, especialmente en el sentido de lugar al que uno pertenece. Nos parece muy importante en este momento globalizado y vertiginosamente cambiante rescatar eso. Y Haedo es el lugar que nos vio crecer y al que sentimos que pertenecemos.

¿Cuál es la canción que mejor representa a Haedo?
No creo que haya alguna canción en particular dedicada al barrio, sino que es un tema que va apareciendo a lo largo de varias de ellas.

La reivindicación de ciertas cosas relacionadas con la infancia, ¿es otra manera decir “todo tiempo pasado fue mejor”?
No. No en nuestro caso. Es una forma de expresión que usamos y creemos que le da fuerza a lo que decimos. Estamos tratando de no abusar de este recurso, que está muy emparentado con nuestra búsqueda de síntesis para las canciones.

Está claro que el nombre del disco es por el trabajo grupal y el esfuerzo… pero en la fábula la que hacía música era la cigarra. Supongo que ahora saldrán a cantar “al sol como la cigarra”. ¿Qué planes tienen?
¡Ja, ja! ¡Nada nos gusta más que contradecir las fábulas! Y sí, a veces nos vestimos de Hormigas y a veces de cigarras. La idea para este año es básicamente tocar lo más que podamos. Hay planes para volver por tercera vez a México y también a Chile y Paraguay… en fin. Y probablemente vayamos haciendo canciones con tranquilidad, como para ir teniendo ¡y que no nos quede todo para último momento como solemos hacer!

El material extra del DVD era el documental “Me gustaría decirte tantas cosas”, ¿qué le gustaría decir a Árbol en este momento de su carrera?
Que estamos muy contentos con el disco que sacamos hace unos meses. Estamos muy concentrados en el día a día. Shows, discos… Pero queremos que a lo largo del tiempo todo esto sirva a quien lo escucha para algo. Para traerle recuerdos, para levantarlo en algún momento en que está mal, para pensar, para tener una visión diferente de las cosas, simplemente para bailar… ¡Cada vez que alguien nos escribe contándonos algo así nos da mucha emoción!

Las de Árbol “son canciones que traspasan como flechas, te agujerean la memoria y después las repetís”. Canciones vivas, canciones que se arraigan en tu cabeza y que te hacen feliz.

por Mario Favole

Entrevista publicada en la revista Leche en febrero de 2008

“El periodismo tiene la misión de aliviar los males sociales”

Una vocación por la medicina, frustrada por razones económicas, la llevó a estudiar economía en Bahía Blanca. El año, 1974; el clima, cada vez más enrarecido, violento. Una redada el 11 de octubre, cinco días de detención a disposición del PEN (Poder Ejecutivo Nacional) y la ventaja de ser menor de edad, que acelera la libertad, cambian su historia.
Mientras algunos de los detenidos llegan a pasar ocho años presos, Alicia Miller vuelve a Roca y empieza a estudiar periodismo.
A 33 años de que el azar cronológico estuviera de su lado, Alicia Miller, pro-secretaria del diario Río Negro, fue entrevistada por “Leche”.

El periodismo no tendrá la facultad de curar como la medicina, pero puede pronosticar y diagnosticar.
De alguna manera después de muchos años pensé en eso, en esa casualidad. El periodismo me hace sentir que tengo la posibilidad de aliviar de alguna manera parte de los males sociales. Puede parecer utópico, pero tengo la firme convicción que el periodismo tiene la misión de aliviar los males sociales, creo que por eso tomé la carrera con tanta pasión.

¿Crees que el periodismo se está ocupando de los problemas de la gente?
Hay de todo, el periodismo tiene bastante para mirarse el ombligo. Hay una fuerte tendencia a banalizar la información. La concentración de los medios de comunicación, especialmente entre los audiovisuales, pero no sólo en ellos, produce un efecto terrible en cuanto la unificación de los discursos, la pérdida de la diversidad. En el periodismo y en la sociedad hay una pérdida de valores y un escaso coraje cívico. En épocas anteriores la convicción por las ideas ha llevado a personas a defenderlas aun a costa de tener sacrificios y pesares. Hoy vemos a muy poca gente que esté dispuesta jugársela por sus convicciones y por valores positivos hasta el punto de que le ocasiones algún perjuicio.

¿Coincidís con Fernando Ruiz (profesor de periodismo e investigador en el área de Comunicación) en que “cuando se degrada el periodismo se degrada la democracia”?
No sé qué se degrada primero. El periodismo es un servicio público en manos privadas, o generalmente privadas, que tiene un rol dentro del juego de las instituciones de la república como controlador de los poderes. Pero los periodistas se quedan en el cómodo papel de ser empleados, de cumplir órdenes, de ser haraganes, de no buscarse problemas o de priorizar su situación económica por sobre su obligación ciudadana. Esto hace que encontremos un periodismo pobre, que indudablemente tendrá un deterioro directo en la convivencia democrática.

¿Les falta rebeldía?
Yo diría iniciativa, autonomía intelectual, voluntad, un motor interior. Eso creo que les falta. Un periodista sin esa curiosidad, sin esa necesidad de querer ir más allá, de no conformarse con lo aparente, me parece que no cumple su rol. Veo en el diario y en otros medios que hay periodistas que se conforman con la rutina, que piensan cómo llenar el día sin causarse problemas. Y el periodismo es problemas, está muy vinculado al conflicto social. Siempre hay gente a favor y en contra, es muy probable que se cosechen opiniones adversas, pero un periodismo light, descafeinado, rutinizado que no afecte a nadie, que no moleste, es… es otra cosa, no es periodismo.

¿Cuánto influye es ello la situación laboral?
Tiene mucho que ver. La precarización es vista como un elemento que afecta a la libertad de expresión casi en el mismo nivel que la censura o las presiones económicas. Pero también creo que es muy fácil conformarse y elegir no hacer un periodismo valiente, ciudadano. Hay muchos periodistas que suponen que sus jefes van a estar e contra de algo y se autocensuran, no dan la batalla del diálogo, no pelean por la información. Es una batalla que se puede perder, pero que no hay que rehuir.

A pocos meses de cumplir 25 años en el diario, Alicia Miller reconoce entre sus trabajos más destacados una investigación sobre la tramitación ilegal de jubilaciones privilegiadas (realizada con Estela Jonquera) que terminó con casi una veintena de condenas penales para a ex legisladores y ex funcionarios. Menos suerte en la vía judicial, pero no menos repercusión, tuvo el trabajo sobre el vaciamiento del Banco Provincia de Río Negro.

La participación ciudadana a través de blogs o compartiendo material con los medios, ¿se debe a que el periodismo no supo cumplir ese rol?
La sociedad se ha vuelto muy compleja y si alguna vez los medios pensaron que eran los dueños de la información o los administradores, hoy eso ha quedado descartado. Surgen voces en las calles y también lo hacen en los medios. Además, este fenómeno está vinculado con los avances de la tecnología.

¿Cómo evaluás esa participación?
Creo que es sumamente valiosa. Los aportes de los lectores o ciudadanos han sido fundamentales. Si no se nutre de esas inquietudes, el periodista se enraquitiza. En todas las investigaciones que yo he hecho, ha habido un importante aporte de la gente. Ahora hay canales más explícitos de integración en ese flujo de intercambio de información.

¿Se han aguzado los mecanismos para cooptar periodistas o para callarlos?
Hay un gran problema. Por un lado está la concentración de medios, muchos de ellos en manos de empresarios con varios intereses económicos aparte de la comunicación. Aunque está en los periodistas aceptar o no las reglas, esto condiciona su tarea y el nivel y la orientación de la información que recibe la sociedad.
Por otro lado, esta el desmedido interés de algunos periodistas de hacerse unos pesos adicionales o de tener cierta notoriedad a través de la radio y la televisión. Son comunes los programas en los que el propio periodista contrata la publicidad con los empresarios. Esto es un condicionamiento muy grave para su independencia. Alguno lo podrá manejar sin ver afectada su profesionalidad o podrá poner un límite, pero es obvio que genera un conflicto de intereses. Eso sin hablar de la ilegalidad abierta de las coimas.

¿Qué otras cosas te avergüenzan del periodismo?
Los prejuicios y la falta de capacitación, creo que son tan graves como la falta de ética, porque son de alguna manera frenos que se trasladan en sus consecuencias a nuestra tarea pública. Algunos piensan que con el título les alcanza, y ese apenas es el comienzo del camino. En cuanto a los prejuicios, debemos tener una actitud de apertura y no creer que somos los dueños de una verdad suprema.

“Hace unos cuantos años quisieron coimearme, fue la única vez. Fue una sorpresa, no podía creer lo que escuchaba. Esta persona me dijo ‘yo sé que vos estás separada que tenés dos hijas chicas y tendrás necesidades, yo puedo contribuir a solucionarte los problemas económicos’. Obviamente lo próximo que dije fue salga de acá, no llegue ni a escuchar qué debía hacer a cambio”.

¿Tenés alguna cuenta pendiente en tu carrera?
Muchísimas. Entre ellas, hacer una tarea más periodística. Como pro-secretaria el trabajo es más de conducción, coordinación y edición. Me encantaría estar más en contacto con la gente, me gusta el conflicto, andar en la calle.
El periodismo me apasiona. He vivido todos los días mi tarea con muchísima felicidad, con satisfacción. Me permitió conocer mucho, me ha ampliado la mirada de manera notable.

Entrevista publicada en el número especial de Leche (Diciembre 2007)

“Después de un Peugeot lo que viene es otro Peugeot”

Famosos directores (entre ellos Wim Wenders), actores y celebridades han tenido sus segundos de reconocimiento en la larga lista de publicidades de automóviles. Una de las que más me gustó tenía por protagonista a un ignoto hindú que esculpía el auto de sus sueños.
Tomaba un viejo Peugeot 403 y lo empezaba a chocar contra una pared, luego hacía que un elefante le aplastara la trompa, le daba unos retoques a martillazos y mazazos y finalizaba su obra con unos toques de soldadora que iluminaban la solitaria plaza en la noche.
Al día siguiente, el hindú miraba la publicidad gráfica del Peugeot 206, la bajaba y lo comparaba, satisfecho, con su creación. La noche lo encontraba paseando con sus amigos, alardeando, exhibiendo el auto de sus sueños frente a la mujer que deseaba.
El Peugeot 206, el auto de los sueños cumplidos para más de 6 millones de personas en el mundo, el más exitoso en la historia de la marca francesa.
Desde fines del siglo XIX la familia Peugeot ha transitado el camino de la industria automotriz y se ha convertido en una de las marcas líderes a nivel mundial.
Si bien importados desde principios del siglo XX, en la Argentina tienen una presencia que se hace fuerte desde hace 50 años. En 1957 llega al puerto de Buenos Aires el primer embarque de Peugeot 403 para la distribución a concesionarios locales y se convierte en la sensación del mercado.
Mercado que cada vez se amplía más y que en la zona tiene como concesionaria oficial a Armorique Motors SA con presencia en Roca, Neuquén y Bariloche; y bocas de venta en Zapala, San Martín de los Andes y próximamente en Viedma y Cipolletti, donde se está construyendo una concesionaria nueva.
“Hoy Peugeot está pasando un muy buen momento en lo que respecta al producto en sí. Es una de las marcas más codiciada y buscadas del mercado. El 206 y el 307 son las vedettes del mercado. Tienen una gran aceptación que se puede ver en la calle con la cantidad de autos nuevos que hay circulando. Estamos en un buen momento en el mercado automotriz y el año que viene va a superar al 2007, por lo que el panorama es alentador en el sector y para la concesionaria”, augura Mario Balbo, gerente general de Armorique Motors SA.

¿Qué palabras elegirías para definir a Peugeot?
Eso dependerá de las sensaciones que genera en cada uno Como usuario de Peugeot diría excelencia, estética, seguridad, confort. Creo que sus diferentes modelos siempre se destacaron por sus líneas, por la arquitectura del auto. Peugeot es sinónimo de distinción, de buen andar, de suavidad.

El 206 es un modelo con gran aceptación en el mercado.
El Peugeot 206 es el auto más exitoso de todos los tiempos para la marca. Se llevan más de 6 millones de autos vendidos en todo el mundo desde que empezó a fabricarse en 1999. Eso habla muy bien del producto.

¿Qué tiene de patagónica la Partner Patagónica?
Es el vehículo más apto para la aventura en familia, tiene muchas prestaciones que la hacen ideal para un viaje con comodidad.

Peugeot siempre se ha destacado por tener unos grises muy atractivos, ¿hoy por dónde pasan las preferencias en cuanto a los colores?
Personalmente siempre me gustaron los claros, los grises siempre han sido lindos y clásicos. Ahora me sumé a la tendencia, se ha impuesto el negro. Los colores oscuros son los que más demanda tienen.

Hay modelos que marcaron una época, ¿extrañás algo de los que no salen más?
No, te queda un buen recuerdo. Yo estoy en la marca desde hace muchos años, los modelos que fueron saliendo marcaron momentos y fueron muy exitosos. Un caso notable es el del 504 con más de 30 años de fabricación en el país. El 505 en su época era una especie de Mercedes Benz de acá, también pasó lo mismo con el 405.

El que tiene un Peugeot, ¿se hace hincha de la marca?
Sí, es muy raro que un usuario de Peugeot se pase a otra marca y, por el contrario, es muy notorio que usuarios de otras marcas quieran tener un Peugeot. Es que está identificado como un producto premiun. Si algo lo diferencia, aún encareciéndolo en comparación con productos de la competencia, son los atributos que no se ven: la seguridad, el confort, el andar. Son cosas que se sienten, tal vez no se ven, pero son imprescindibles. Los modelos tienen un nivel muy rico de equipamientos. Después de un Peugeot lo que viene es otro Peugeot.

¿Cómo se refuerza la fidelidad de los que eligen a Peugeot?
Hay mucho trabajo atrás de esto, un seguimiento de la satisfacción del cliente, la marca lo hace con los ISC (Índice de Satisfacción del Cliente). Además, nosotros reforzamos esa línea de conducta. Queremos la total satisfacción del cliente, para eso tenemos un departamento con el laboratorio comercial que sigue un proceso: entregamos el vehículo, a los cuatro o cinco días nos comunicamos para hacer una encuesta sobre cómo fue atendido el cliente en todo el circuito desde el vendedor, la administrativa y la gestora hasta la gente de taller cuando te entrega el auto. Hacer ese seguimiento es una forma de fidelizar al cliente.

La historia de Peugeot también está vinculada a la cultura gourmet a partir de la fabricación de sus famosos pimenteros, ¿con qué platos compararías a los autos de la marca?
Eso se lo dejo a los especialistas, tendríamos que pedirle a un chef que lo haga. Sabía la historia de los pimenteros que son considerados los mejores del mundo. Peugeot vuelve a demostrar que, en distintos ámbitos, hace productos de primera calidad.

¿Por qué Peugeot es una marca tan apreciada en la Argentina?
Por su trayectoria como empresa, porque apostó al país quedándose a pesar de las crisis. Pero sobre todo, porque es una marca de prestigio con productos de primer nivel

Una marca que desde hace más de 150 años es identificada con el león, el símbolo que el orfebre francés Justin Blazer diseñó cuando la empresa se dedicaba la fabricación de acero laminado, cuando ni siquiera soñaba con que su león iba a brillar en millones de vehículos en todo el planeta.

Entrevista publicada en el número especial de Leche (Diciembre 2007)

“El color es democrático”

Henry Ford -fundador de la compañía Ford Motor Company- decía: “la gente puede tener su modelo T en cualquier color. Siempre que ese color sea negro”.
En las antípodas de ese pensamiento está Dante “Lalo” Barbagalli: “A veces lo uso como base para resaltar los tonos, pero no me gusta el negro. El negro es ausencia total de luz, de color. Por algo le propuse a ‘Leche’ el uso de color”.
Dante es director-gerente y está a cargo de la administración de las pinturerías Colorama, empresa con cuatro locales en Roca, dos en Regina y que también tiene presencia en Neuquén y Las Grutas.

Salvo por el verde del valle, vivimos en una región ocre, ¿eso influye en la elección de los clientes?
Puede ser que influya, pero tiene más que ver con el miedo a usar el color. Se usa sólo por gusto personal, en lugar de verlo como parte integradora de la arquitectura de la propiedad. La pintura tendría que conformar un concepto integrador con la arquitectura de la casa, por sencilla que ésta sea.
En otros casos esto tiene que ver con una restricción económica. En la etapa de decoración al final de la obra, no dan los números y se restringe por ese lado.

¿Todo termina siendo más conservador, más clásico?
Sí, totalmente. No se ve la pintura como decorativa, sino como un paso menor que hay que cumplir. Nosotros tratamos de que se use el color, que la pintura cumpla un rol decorativo y como protección de la propiedad.

El escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe decía que “los franceses, al ser un pueblo de carácter vivo, prefieren los colores exaltados. Los ingleses y los alemanes, propenden al color pajizo y de cuero combinados con el azul. Los italianos y los españoles, llevan el color rojo”, ¿qué crees que pasa con los argentinos?
Somos una mezcla, dependerá del entorno. Por ejemplo, usarás colores vibrantes si vivís La Boca, porque te lo marca el contexto. Acá hay una inclinación por los pasteles, los ocres.
Nosotros tenemos una experiencia gratificante en Las Grutas. Debe ser porque la gente está en un ámbito en el que se puede desinhibir totalmente, entonces ahí la presencia del color no es un elemento decorativo es un reflejo del estado de ánimo de la gente. En la costa la gente se permite usar tonos que acá no usaría.

¿En la cordillera debe ser más difícil por el uso de madera?
Claro, en la cordillera pasa por mimetizarse con la naturaleza, en la playa quieren que se vea. En la Argentina en general todavía no está hecho el cambio para que el color tenga mayor presencia, no sé qué decirte si me preguntás qué color tiene la Argentina.

¿Qué crees que dice el color acerca de la gente?
Esta estudiado que el color representa el estado de ánimo de las personas. Nosotros tenemos una línea de productos donde la elección se hace en base a un test psicológico a partir de asociaciones de diferentes sentidos y figuras, de ahí se hace una selección de tonos. En general, los adolescentes eligen colores heavies (fuertes, vibrantes, llamativos) y una persona adulta algo más tranquilo, tradicional, tonos pasteles. Pero dentro de esa gama lo importante es que haya una combinación perfecta en la paleta de colores, sean heavies o pasteles.
Igual, hoy en día, la elección de colores está más definida por el miedo al color que por un estado de ánimo.

En ese test, el resultado final, además de estar marcado por la franja etaria, ¿cambia de acuerdo al sexo?
No, depende de la edad, de la cultura y de la etapa personal de la vida que esté transcurriendo la persona que elige. En general, son mucho más las mujeres las que con muy buen gusto eligen los colores que quieren, tienen más paciencia.

Hace 25 años que trabajás en Coloroma, ¿cuáles fueron los principales cambios que viste?
En la última década hubo muchos cambios. Primero, pese a las crisis y a lo que cuesta desarrollar el concepto, hay más gente que integra la pintura a la vida cotidiana como un elemento importante. Otro cambio es el tecnológico, que te permite la combinación de bases para crear infinitos colores, no hay límite.

¿Cómo de definen los colores de temporada?
Forman parte de la elección en diferentes congresos y se presentan en eventos como Casa FOA. En la última década se ha estado usando mucho el metal en sus diferentes tonos.

¿Un daltónico es un enemigo del color?
(Risas) No, además los podemos ayudar. Con educación y práctica se puede lograr que sepan diferenciar los colores.

¿Hay pedidos que te hayan sorprendido?
Sí, por ejemplo, las petroleras piden integración de colores con el resto de la naturaleza, quieren mimetizarse para pasar desapercibidos. Otro es el uso en la zona del amarillo como atracción para la mosca de los frutos.

¿Pero nadie te pidió que le encuentres el color de los ojos de la abuela para pintar su casa?
(Risas) No, todavía no, pero eso llegará con la próxima generación.

¿Qué pasa si no encontramos un color que nos gustaba?
Si vos tenés un color, perdiste la fórmula y no lo podemos identificar en la paleta, hacemos una lectura con el espectrofotómetro. Es un aparato que toma una onda de luz que rebota en el color y se mide en un eje cartesiano y en la computadora. Dentro de millones de fórmulas que hay, te busca la más aproximada con un 98 por ciento de exactitud.

¿Hay colores de mal gusto?
No hay colores de mal gusto, combinaciones, sí.

Desde el principio de los tiempos el hombre ha buscado expresarse y lo ha hecho en colores, ¿queda algo por descubrir?
Queda en la moda, en los vehículos el uso de colores más extravagantes. En pintura de auto tenés perlas de triple efecto. De acuerdo a la posición en la que te pongas respecto al vehículo es la tonalidad en la que lo vas a ver. Se usa sólo para vehículos de colección y no de serie porque el litro sale mil dólares.
Otra de las tendencias es el uso de colores que mimetizan o, por seguridad, de colores que tienen un reflejo de haz de luz, que alertan sobre un peligro de aproximación. Se están desarrollando esos sensores para los vehículos. Además, se va a acentuar en la arquitectura del uso de colores con retracción o atracción de la luz de acuerdo a las necesidades.

¿El color indica pertenencia de clase?
Para mí, no. No importa la clase social, podemos elegir el que se nos antoje. El color es democrático.

Entrevista publicada en el número especial de Leche (Diciembre 2007)

Bling bling, el sonido de la ostentación

El cuerpo como soporte ha encontrado en las joyas un complemento perfecto. No sólo se ponen encima, también han pasado a forma parte intrínseca (ver recuadro). Tipos que no pueden pasar en silencio un detector de metales, modas onomatopéyicas, cuerpos que se mueven al ritmo del bling bling.
“Comprarme bling blings y perrear con ellos en una fiesta. No mames, cabrón. Chav, con tus súper deportivas, camperita Nike, tishirt de beis y el pecho sonando bling bling. Un video con toda la vaina en iutub muestra mi valor, pinche, cabrón”.
Estas son algunas de las frases que se pueden encontrar en la web tratando de averiguar de qué va esto del bling bling, wey.
Básicamente la estética bling bling consiste en la ostentación de la riqueza. Más allá del uso de la joya en la búsqueda de cierta imagen de belleza, en este caso lo que se pretende es provocar en los demás un impacto a partir de la sobrecarga de elementos suntuosos: joyas, pero también, pieles, relojes, marcas, autos.
El goce del cultor del bling bling no se encuentra en el espejo, sino en el reflejo que adivina en los ojos de los que lo envidian, que lo odian y lo desean.

El sonido del destello
El término bling bling es de origen jamaiquino y nace de una mezcla de sentidos. Sería la supuesta onomatopeya del sonido imaginario de las joyas al dar destellos de luz cuando brillan.
Esta moda fue impuesta en norte y Centroamérica de la mano de la música. La conquista latina estuvo a cargo de los referentes del reggaeton. Sin ser algo muy común en la Argentina, repasando videos en cualquiera de las insustanciales cadenas del sistema de cable, se puede ver y escuchar el bling bling de Daddy Yankee, Don Omar, Tego Calderon, Luny Tunes y La Secta, entre otros.
Pisó fuerte entre los fanáticos del hip hop, especialmente en los raperos de estilo gangsta que se cargaban de oro, brillantes y platino, y a veces se cargaban entre ellos.
Por ese barrio, el uso de joyas y el estilo estridente en todo sentido ha sido símbolo de estatus entre músicos enfrentados, que, incluso, en algún momento dejaron de lado la guerra dialéctica para dirimir diferencias con disparos.

Diamantes de sangre
Aunque la mayoría de los hiphoperos son un muestrario andante de collares, anillos, aros y pulseras, se han escuchado algunas voces en contra.
En “Bling: Consecuencias y repercusiones”, el que tomó posición fue Chuck D, de Public Enemy, quien denunció que “los diamantes usados en la estética bling son frecuentemente diamantes de guerra que financian guerras y matanzas en varios países de África”.
La etnia que celebra adornando sus cuerpos es la misma que paga con su carne las atrocidades de los traficantes de diamantes.
El término ahora también es empleado en el mundo automotor. Es otra de las formas de llamar al tunning. Casi no hay diferencias, vos podés elegir llenarte de accesorios o hacerlo con tu auto. ¡Si querés ostentar, ostentá!


La boca por asalto (Recuadro)

Como la piel era una geografía limitada para llenarla de joyas, la moda del bling bling también tomó por asalto las bocas.
Músicos y fanáticos han decidido retomar la costumbre que caracterizaba a los gitanos y ahora se “enchulan” la dentadura.
Esta nueva moda incluye dibujos, placas de diamantes y skyce o piercings dental. Si antes casi era una muestra de la posición social carcajear una buena dentadura, ahora hará falta que en la risa destellen los brillantes.
Oro, platino y diamantes han pasado a ser elementos comunes en algunos consultorios dentales. Para instalar detalles en oro hay que desgastar el diente, hacer un pequeño orificio y rellenarlo.
El bling bling dental tiene entre sus figuras a los raperos Method Man de Wu Tang Clan o Lil' John. Como no les alcanzaba con el metal que tenían se pusieron más heavies y decidieron recubrir su dentadura con placas hechas de oro, platino o diamantes.
Esta nueva tendencia consiste en fabricar a la medida fundas muy delgadas que recubren la totalidad de los dientes, dando la impresión de poseer dientes completamente de metal.

Nota publicada en la revista de joyas 18k (Diciembre 2007)

Salvador Dalí, creador de joyas únicas

El surrealismo no sólo modificó la manera de interpretar y producir pinturas, esculturas, películas y otras esferas del arte, también, para disgusto de los más fanáticos, fue inspirador de piezas únicas en el mundo del diseño. Y en él, las joyas no podían estar exentas.
Entre sus figuras principales, fue el genial Salvador Dalí el que ahondó en esta veta del surrealismo. En la búsqueda del absoluto, que implicaría la “dalinización” de la realidad, el artista español incursionó en la moda, la publicidad, la decoración y, por supuesto, las joyas
En 1941, André Breton, autor del manifiesto surrealista, le dedicó a Dali el anagrama "Avida Dollars" atacando su codicia, poniendo en evidencia la pasión desorbitada del pintor por el dinero. Dalí era un devorador, un tipo cuya ambición no tenía límites a la hora de nutrirse para crear sus obras. También se apropió del insulto de Breton, lo usó como sobrenombre y lo explotó para hacer más grande su figura.
1941 también es el año de partida de la colección de joyas que el creador de “El gran masturbador” diseñó y que hoy forman parte de la exposición permanente en la Fundación Gala-Salvador Dalí.
Esta muestra incluye las treinta y siete joyas de oro y piedras preciosas de la colección Owen Cheatham, dos joyas realizadas posteriormente, y los veintisiete dibujos y pinturas sobre papel que Dalí realizó para diseñar las joyas.

El método

De acuerdo a los especialistas en su trabajo, Salvador Dalí realizaba los diseños de las piezas sobre papel, con todo tipo de detalles y gran precisión de formas, materiales y colores, y la confección en Nueva York iba a cargo del equipo del orfebre argentino Carlos Alemany bajo la supervisión del artista.
Las piezas finales no son la obra de un diseñador más, son el resultado del talento creativo de uno de los artistas más grandes del siglo XX, Dalí trasforma adornos en objetos surrealistas.
El español seleccionaba personalmente los materiales con los cuales se iban a confeccionar las joyas y dedicaba largas horas al diseño de sus pequeñas obras de arte. Las piezas de la colección son ejemplares únicos, realizados con oro, platino, piedras preciosas (diamantes, rubíes, esmeraldas, zafiros, aguamarinas, topacios), perlas, corales, y otros materiales nobles que se combinaron para dar forma a corazones, labios, ojos, formas vegetales y animales, símbolos religiosos, mitológicos, y formas antropomorfas.

Dar vida

“Sin una audiencia, sin la presencia de espectadores, estas joyas no alcanzarían la función para la cual fueron creadas. El espectador, por tanto, es el artista final. Su vista, corazón, mente—con una mayor o menor capacidad para entender la intención del creador—da vida a las joyas”,
La idea de Salvador Dalí resume su búsqueda. Pese a las acusaciones (acertadas, por cierto) de haber comercializado el surrelalismo, su concepto a la hora de crear las joyas es el mismo que tuvo para otras obras de arte. Y en la belleza, en el diseño único de esas pequeñas esculturas surrealistas, el genio español también plasmó su onírica visión del mundo.


Planeta Dalí

"En Dalí, el mundo de las joyas no representa una derivación hacia mundos ornamentales o decorativos, sino todo lo contrario, ya que para él lo más importante es el arte cognoscitivo y convierte, por tanto, en cognoscitiva una función que era casi exclusivamente ornamental", Antoni Pitxot, pintor y amigo de Dalí.


Diseños y nombres particulares

Entre las piezas expuestas en el Teatro-Museo Dalí de Figueras se encuentran
“El ojo del tiempo” (Platino, rubí y diamantes), “El árbol de la vida” (Oro, diamantes y zafiros), “La persistencia de la memoria” (Oro y diamantes), “El corazón del panal de miel”, “El corazón real” (Oro, rubíes, zafiros, esmeraldas, aguamarinas, peridotos, granates, amatistas, diamantes y perlas), “El elefante del espacio”, los broches “Estrella de mar” y los “Labios de rubí”, en los que Salvador Dalí utilizó oro de 18 quilates, rubíes y perlas.
Las joyas pasaron por varias manos hasta que volvieron a sus orígenes y actualmente se encuentran en la Fundación Gala-Salvador Dalí, que tiene sede en Figueres, lugar de nacimiento del artista español.

Nota publicada en la revista de joyas 18k (Diciembre 2007)

Huygens: El hombre que midió los segundos

¿Quién no tuvo en su casa un reloj de péndulo? Mmmnn, tal vez muchos no lo hayan tenido. Bueno, ¿quién no tuvo alguna vez un pariente o un amigo que tuviera un reloj de péndulo? Y… un huérfano sin amigos, por ejemplo. A ver si nos ponemos de acuerdo, ¿quién aunque sea una vez en la vida no vio, al menos de pasada, una película, nacional o extranjera, en la que, en segundo o tercer plano, se alcanzara a ver un reloj de péndulo?
Al fin nos entendemos. Y todo para contar que ese péndulo tiene antecesores de más de 360 años y que por ahí andaba nada menos que cierto personaje llamado Galileo Galilei.
Una calurosa tarde de agosto de 1641, Galileo, el mismo que fue perseguido por la iglesia, concibió el principio de las oscilaciones del péndulo.
Sus estudios fueron fundamentales para que otro (a veces pasa) desarrollara un proyecto que iba a cambiar radicalmente la forma de medir el tiempo.

La revolución de las agujas
Dieciséis años pasaron hasta que Christian Huygens finalmente construyó el primer reloj mecánico de péndulo y lo presentó ante el gobierno de Holanda. 1657 fue el año en el que tuvo lugar la revolución relojera.
Como se puede advertir a simple vista el péndulo es un sistema mecánico muy sencillo que se mueve con una frecuencia constante. Esta constancia la utilizó Christian Huygens para servir de referencia a los relojes.
La importancia del reloj de péndulo radica en que por primera vez en la historia, a mediados del siglo XVII, hubo un mecanismo para medir el tiempo con una precisión que permitía contabilizar los segundos.
Se especula que ya hacía cuatro siglos que una forma primitiva de estos mecanismos era construida, aunque sin la precisión que se alcanzó a partir del descubrimiento de Huygens.

En busca del tiempo total
En el revolucionario reloj de péndulo la energía de funcionamiento la proporcionaban unas pesas, el péndulo dejaba escapar un diente de una rueda cada vez que batía y giraba marcando el tiempo. El invento se popularizó en buena parte de Europa y por entonces apareció la segunda manecilla de los relojes que contaba los minutos.
La búsqueda de la precisión hizo que pudieran medirse con exactitud los 60 minutos de cada hora y hasta los 60 segundos de cada minuto. Con este mecanismo, se logró reducir a un minuto por semana la diferencia en las mediciones.
De esta forma, se acababan definitivamente las horas temporales, los cálculos a ojo y las excusas por las llegadas tarde, aunque, en rigor de verdad, éstas sobrevivieron a todas las épocas.
Holandés inquieto, Christian Huygens pasó horas sumergido en libros, viendo oscilar péndulos, haciendo cálculos, tallando lentes para telescopios. Aun antes de que la famosa manzana despertara en Isaac Newton la ley de la gravedad, el hombre-péndulo ya había encontrado cierta forma primitiva de tratar la gravedad como una aceleración basándose en trabajos anteriores de Hooke y Descartes.
Huygens plasmó sus estudios en tratados acerca de los péndulos y sus oscilaciones, que sirvieron para ahondar en el tema.
Reconocido como el creador de los relojes de péndulo y como un innovador en varios campos de la ciencia, en su honor la sonda de exploración de Titán la mayor luna de Saturno) llevó su nombre.
Lejos de Saturno, en esa casa en la que hay un reloj con un péndulo, vive un poco de Huygens, pero sólo un poco porque si frenás el péndulo (travesura infantil inevitable) las agujas seguirán girando. La modernidad trajo las pilas y el péndulo pasó a ser un elemento decorativo más en la estética del tiempo.

Nota publicada en la revista de joyas 18k (Diciembre 2007)

Kinky, o la máquina de despilfarrar sonido

“Hemos tenido varios encontronazos con huracanes. Uno de ellos en la playa de Acapulco. Haciendo el soundcheck justo después de Beck y los Flaming Lips. El cielo estaba despejado y hacía un día hermoso. De pronto se pintó todo de negro y se desató un tormentón que destruyó todo. Vi volar los tambores, los teclados, las torres de luces, las consolas se inundaron y no había nada que hacer más que correr a refugiarse. ¡Uy terrible! pero al final del día fue una experiencia inolvidable… nos reímos de ella ahora”.
Un huracán que primero arrasa y después desparrama alegría. Esa es justamente la esencia de Kinky.
Pero para saber más de este quinteto de rock electrónico mexicano, nada mejor que conocer el pensamiento de Gil Cerezo, voz, guitarra y DJ de esta banda formada a finales de los ’90 y que promete volver a hacer bailar a todos en la Fiesta de la Manzana.

En una entrevista dijeron “nos conecta el baile. Hacemos house norteño. Hasta las suegras bailan con Kinky”, ¿cómo lo consiguen?
Mucha de la inspiración para empezar a componer nos la dan los aparatos mismos: cajas de ritmo, sintetizadores, algunas percusiones y siempre el estar tocando juntos hace que todo se vuelva festivo. Creo que lo principal para divertir a los demás es realmente divertirnos nosotros y eso sigue siendo así.

¿Cuánto influyó en ustedes la cercanía de Monterrey con la frontera estadounidense?
No sólo influye sino que inconcientemente traza los bosquejos de nuestra personalidad e integridad artística. El medio ambiente siempre es protagonista en la obra. Nuestra ciudad fronteriza está llena de dualidades, de encontronazos culturales y de caos arquitectónico. Nuestras canciones igual.

¿Qué fronteras les quedan por superar?
Siempre luchamos por superarnos a nosotros mismos: componiendo, escribiendo, tocando y en la diaria tarea de ser humano.

Mezclan géneros musicales idiomas, tocan en Estados Unidos, en Latinoamérica y en Europa, comparten escenarios con artistas de distintas vertientes, ¿cómo logran que eso en vez de dar como resultado algo caótico, se convierta en una síntesis exquisita?
Creo que lo más importante es la honestidad del artista: creamos con un corazón que nos dicta en mexicano, pero no pedimos pasaporte a la entrada de ideas extranjeras. El orden en las piezas lo dictamina el sentido musical.

Hemos podido escuchar conocer muchas bandas mexicanas (El Tri, Control Machete, Molotov, Maldita Vecindad, Café Tacuba, Plastilina Mosh), ¿qué banda creen que nos puede llegar a sorprender?
Creo que hay mucho que explorar por el lado folclórico, que para nosotros siempre son inspiración como Tigres del Norte o Mono Blanco.

En Kinky se mezclan los gustos musicales de sus cinco integrantes. A Gil Cerezo hay que sumarle a Ulises Lozano en teclados y programación; Carlos Chaires en guitarra; Cesar Pliego en bajo y Omar Góngora en batería y percusiones. A las guitarras hay que agregarles las máquinas, al rock el sonido electrónico, al pop el coqueteo folklórico. Punch, funk, groove, beat, splash… fusionados para transformarlos en la banda más conocida de la “avanzada regia”, nacida en Monterrey.
“La ‘avanzanda’ sólo fue el arranque de todas las bandas que estaban de alguna manera presas en Monterrey. Fue como abrir una jaula llena de leones hambrientos”.

Alguna vez dijiste que Kinky cuando no está tocando es “un monstruo de cinco cabezas que se comen unas a otras”. ¿Sigue valiendo esa frase?
Kinky cuando no está tocando es alguien que tararea lo que va a tocar.

En el disco “Reina” (2006) le hicieron un homenaje a la quinceañera mexicana, a esas fiestas en las que predomina el despilfarro, ¿en qué despilfarra Kinky?
Creo que lo que más despilfarramos es el ruido. Nos encanta despilfarrar nuestros ahorros en instrumentos, en guitarras en cualquier cosa que haga un sonido. Nos gusta despilfarrar cariño también… ji, ji.

¿Alguno de ustedes tiene proyectos musicales paralelos?
Por el momento nada formal. Cada quien hace y deshace pequeños proyectos en la intimidad de la soledad, pero siempre las energías creativas se enfocan en Kinky.

¿Cómo hacen para soportarse después de estar tantos años juntos?
A estas alturas no hay que soportar nada, todo está sobreentendido y ya solamente nos toca disfrutarnos.

¿Cómo viene el año para la banda?
Por el momento estamos trabajando en componer nuevas canciones. Probablemente tendremos disco nuevo para mediados de año. Además, tenemos una larga gira por Estados Unidos.

¿Qué los une con la Argentina?
Es un listado muy grande. Varios en el grupo tenemos una conexión muy directa con la literatura argentina, hablando de música admiramos muchas propuestas y creo que lo que más nos une es que siempre que vamos nos quedamos con ganas de volver. Argentina es un dulce gigantesco.

¿Qué recuerdos tiene de la presentación del año pasado en la Fiesta de la Manzana?
Nos impresionamos mucho con el tamaño del festival y quedamos enamorados del público. También tengo muy grabado el encuentro con los chicos de Catupecu en los camerinos.

Me acuerdo que sobre el cierre del recital en Roca preguntaron “¿Están listos para destruir el lugar? ¿Realmente están listos para destruir el lugar?” y desataron el pogo. Ahora se los pregunto yo: Los Kinky, ¿está listos para destruir el lugar? ¿Realmente están listos para hacer descontrolar al público de la Manzana Rock?
Sip.

Habrá que ir a verlos para confirmarlo.
por Mario Favole

Entrevista publicada en la revista Leche en febrero de 2008