viernes, 8 de febrero de 2008

Bling bling, el sonido de la ostentación

El cuerpo como soporte ha encontrado en las joyas un complemento perfecto. No sólo se ponen encima, también han pasado a forma parte intrínseca (ver recuadro). Tipos que no pueden pasar en silencio un detector de metales, modas onomatopéyicas, cuerpos que se mueven al ritmo del bling bling.
“Comprarme bling blings y perrear con ellos en una fiesta. No mames, cabrón. Chav, con tus súper deportivas, camperita Nike, tishirt de beis y el pecho sonando bling bling. Un video con toda la vaina en iutub muestra mi valor, pinche, cabrón”.
Estas son algunas de las frases que se pueden encontrar en la web tratando de averiguar de qué va esto del bling bling, wey.
Básicamente la estética bling bling consiste en la ostentación de la riqueza. Más allá del uso de la joya en la búsqueda de cierta imagen de belleza, en este caso lo que se pretende es provocar en los demás un impacto a partir de la sobrecarga de elementos suntuosos: joyas, pero también, pieles, relojes, marcas, autos.
El goce del cultor del bling bling no se encuentra en el espejo, sino en el reflejo que adivina en los ojos de los que lo envidian, que lo odian y lo desean.

El sonido del destello
El término bling bling es de origen jamaiquino y nace de una mezcla de sentidos. Sería la supuesta onomatopeya del sonido imaginario de las joyas al dar destellos de luz cuando brillan.
Esta moda fue impuesta en norte y Centroamérica de la mano de la música. La conquista latina estuvo a cargo de los referentes del reggaeton. Sin ser algo muy común en la Argentina, repasando videos en cualquiera de las insustanciales cadenas del sistema de cable, se puede ver y escuchar el bling bling de Daddy Yankee, Don Omar, Tego Calderon, Luny Tunes y La Secta, entre otros.
Pisó fuerte entre los fanáticos del hip hop, especialmente en los raperos de estilo gangsta que se cargaban de oro, brillantes y platino, y a veces se cargaban entre ellos.
Por ese barrio, el uso de joyas y el estilo estridente en todo sentido ha sido símbolo de estatus entre músicos enfrentados, que, incluso, en algún momento dejaron de lado la guerra dialéctica para dirimir diferencias con disparos.

Diamantes de sangre
Aunque la mayoría de los hiphoperos son un muestrario andante de collares, anillos, aros y pulseras, se han escuchado algunas voces en contra.
En “Bling: Consecuencias y repercusiones”, el que tomó posición fue Chuck D, de Public Enemy, quien denunció que “los diamantes usados en la estética bling son frecuentemente diamantes de guerra que financian guerras y matanzas en varios países de África”.
La etnia que celebra adornando sus cuerpos es la misma que paga con su carne las atrocidades de los traficantes de diamantes.
El término ahora también es empleado en el mundo automotor. Es otra de las formas de llamar al tunning. Casi no hay diferencias, vos podés elegir llenarte de accesorios o hacerlo con tu auto. ¡Si querés ostentar, ostentá!


La boca por asalto (Recuadro)

Como la piel era una geografía limitada para llenarla de joyas, la moda del bling bling también tomó por asalto las bocas.
Músicos y fanáticos han decidido retomar la costumbre que caracterizaba a los gitanos y ahora se “enchulan” la dentadura.
Esta nueva moda incluye dibujos, placas de diamantes y skyce o piercings dental. Si antes casi era una muestra de la posición social carcajear una buena dentadura, ahora hará falta que en la risa destellen los brillantes.
Oro, platino y diamantes han pasado a ser elementos comunes en algunos consultorios dentales. Para instalar detalles en oro hay que desgastar el diente, hacer un pequeño orificio y rellenarlo.
El bling bling dental tiene entre sus figuras a los raperos Method Man de Wu Tang Clan o Lil' John. Como no les alcanzaba con el metal que tenían se pusieron más heavies y decidieron recubrir su dentadura con placas hechas de oro, platino o diamantes.
Esta nueva tendencia consiste en fabricar a la medida fundas muy delgadas que recubren la totalidad de los dientes, dando la impresión de poseer dientes completamente de metal.

Nota publicada en la revista de joyas 18k (Diciembre 2007)

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