El surrealismo no sólo modificó la manera de interpretar y producir pinturas, esculturas, películas y otras esferas del arte, también, para disgusto de los más fanáticos, fue inspirador de piezas únicas en el mundo del diseño. Y en él, las joyas no podían estar exentas.
Entre sus figuras principales, fue el genial Salvador Dalí el que ahondó en esta veta del surrealismo. En la búsqueda del absoluto, que implicaría la “dalinización” de la realidad, el artista español incursionó en la moda, la publicidad, la decoración y, por supuesto, las joyas
En 1941, André Breton, autor del manifiesto surrealista, le dedicó a Dali el anagrama "Avida Dollars" atacando su codicia, poniendo en evidencia la pasión desorbitada del pintor por el dinero. Dalí era un devorador, un tipo cuya ambición no tenía límites a la hora de nutrirse para crear sus obras. También se apropió del insulto de Breton, lo usó como sobrenombre y lo explotó para hacer más grande su figura.
1941 también es el año de partida de la colección de joyas que el creador de “El gran masturbador” diseñó y que hoy forman parte de la exposición permanente en la Fundación Gala-Salvador Dalí.
Esta muestra incluye las treinta y siete joyas de oro y piedras preciosas de la colección Owen Cheatham, dos joyas realizadas posteriormente, y los veintisiete dibujos y pinturas sobre papel que Dalí realizó para diseñar las joyas.
El método
De acuerdo a los especialistas en su trabajo, Salvador Dalí realizaba los diseños de las piezas sobre papel, con todo tipo de detalles y gran precisión de formas, materiales y colores, y la confección en Nueva York iba a cargo del equipo del orfebre argentino Carlos Alemany bajo la supervisión del artista.
Las piezas finales no son la obra de un diseñador más, son el resultado del talento creativo de uno de los artistas más grandes del siglo XX, Dalí trasforma adornos en objetos surrealistas.
El español seleccionaba personalmente los materiales con los cuales se iban a confeccionar las joyas y dedicaba largas horas al diseño de sus pequeñas obras de arte. Las piezas de la colección son ejemplares únicos, realizados con oro, platino, piedras preciosas (diamantes, rubíes, esmeraldas, zafiros, aguamarinas, topacios), perlas, corales, y otros materiales nobles que se combinaron para dar forma a corazones, labios, ojos, formas vegetales y animales, símbolos religiosos, mitológicos, y formas antropomorfas.
Dar vida
“Sin una audiencia, sin la presencia de espectadores, estas joyas no alcanzarían la función para la cual fueron creadas. El espectador, por tanto, es el artista final. Su vista, corazón, mente—con una mayor o menor capacidad para entender la intención del creador—da vida a las joyas”,
La idea de Salvador Dalí resume su búsqueda. Pese a las acusaciones (acertadas, por cierto) de haber comercializado el surrelalismo, su concepto a la hora de crear las joyas es el mismo que tuvo para otras obras de arte. Y en la belleza, en el diseño único de esas pequeñas esculturas surrealistas, el genio español también plasmó su onírica visión del mundo.
Planeta Dalí
"En Dalí, el mundo de las joyas no representa una derivación hacia mundos ornamentales o decorativos, sino todo lo contrario, ya que para él lo más importante es el arte cognoscitivo y convierte, por tanto, en cognoscitiva una función que era casi exclusivamente ornamental", Antoni Pitxot, pintor y amigo de Dalí.
Diseños y nombres particulares
Entre las piezas expuestas en el Teatro-Museo Dalí de Figueras se encuentran
“El ojo del tiempo” (Platino, rubí y diamantes), “El árbol de la vida” (Oro, diamantes y zafiros), “La persistencia de la memoria” (Oro y diamantes), “El corazón del panal de miel”, “El corazón real” (Oro, rubíes, zafiros, esmeraldas, aguamarinas, peridotos, granates, amatistas, diamantes y perlas), “El elefante del espacio”, los broches “Estrella de mar” y los “Labios de rubí”, en los que Salvador Dalí utilizó oro de 18 quilates, rubíes y perlas.
Las joyas pasaron por varias manos hasta que volvieron a sus orígenes y actualmente se encuentran en la Fundación Gala-Salvador Dalí, que tiene sede en Figueres, lugar de nacimiento del artista español.
Nota publicada en la revista de joyas 18k (Diciembre 2007)
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